El perro del Presidente y los kiwis de la Vicepresidenta


Tiene su gracia encontrar esta mañana en la prensa, entre tantas noticias sobre el avance o no de los procesos de paz y normalización de Euskadi, sobre los conflictos palestino - irsaelí e irakí o acerca de las reivindicaciones de López Obrador, las abundantes referencias al curioso conflicto laboral que se vive en La Moncloa.

“Los 120 empleados de la plantilla de limpiadores de La Moncloa comienzan hoy una jornada de huelga que se ha convocado con carácter indefinido, tras romperse las negociaciones por unas mejoras económicas y laborales con la empresa Servimil, adjudicataria de dicha actividad, que tiene su sede central en la madrileña calle Ferraz (¡¡¡¡¡¡), la misma que la del PSOE”, se lee en 20 minutos.

Corre por las redacciones que uno de los orígenes del conflicto son las tareas que, dicen, tienen que atender los trabajadores y que resultarían más propias de empleados del hogar que de una contrata de limpieza. Sea de ello lo que fuere y a la espera de una solución del conflicto, parafraseando a García Marquez, podríamos decir que, mientras dure la huelga, "el perro del presidente no tiene quien le pasee" o que "los kiwis de la Sra. Vicepresidenta no tienen quien los transporte".

En cualquier caso, llama la atención que la nota facilitada por Presidencia, lejos de desmentir estos extremos, se limita a señalar que todas las tareas que desarrollan se encuentran contempladas en el contrato.

En fin,… cosas veredes.