De bueno a tonto... pasando por Gasteiz


La ahora llamada educación en valores a veces me juega malas pasadas. Primero te enseñaban que, en principio, todo el mundo es bueno. Luego vas aprendiendo lo de la presunción de inocencia, y al final no sabes si eres bueno, incluso muy bueno, o ya has empezado a ser un poco tonto.

Leo en la prensa de estos días que un concejal de Gasteiz formula una grave acusación relativa a la «relación empresarial» que, después de sus pesquisas, encuentra entre los socios de la empresa que podría resultar adjudicataria de la construcción del área de servicios de Júndiz e Idoia Garmendia, una de las concejales del PP en el Gobierno municipal.

Uno que, camino ya de cierta edad empieza a dudar de su memoria, hace un esfuerzo y cree recordar que es precisamente esta misma concejal la que anduvo a vueltas con el arrendamiento de un inmueble de su propiedad, al departamento del Señor Agirrezabal, Diputado Foral de bienestar social, pendiente actualmente de una moción de censura en las Juntas Generales de Álava.

¡Vaya, vaya!. Acogiéndome a mi formación en valores y a la presunción de inocencia, ¿qué debo pensar?. ¿Es todo fruto de malos entendidos, casualidades o maledicencias de la oposición?. Como decía antes, lo que no quiero es que se me quede cara de tonto y es por ello que reclamo una información completa de lo que está pasando en las administraciones vitoriana y alavesa. Si el Señor Navas dice verdad, que lo acredite. Si la señora Garmendia y su marido andan poceándose y beneficiándose a la sombra de las gestiones municipal y foral, que se le cese fulminantemente y se les juzgue por ello. Y si todo es humo de pajas (¿) que sea el Sr. Navas quien haga el petate.

Porque, y acabo, no se hacen ustedes idea, señores concejales, diputados, alcaldes y demás, la cara de bobo que corremos el riesgo de que se nos quede a los ciudadanos.