Ayer
El País y
El Correo coincidían en su valoración: el Gobierno español necesita al
PNV de Imaz para transitar conjuntamente los meses que restan hasta las elecciones, y también a partir de 2008. Hay, sin embargo, una
sombra o un
gran escollo en Euskadi: "
La propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de convocar una consulta popular. El rechazo al que se vería obligado el Estado le daría una bandera a ETA en sus horas más bajas. Nos suena el argumento.
En el fondo de la cuestión un argumento repetido hasta la saciedad: "
Una radicalización soberanista en torno a la bandera del derecho de decisión sea aprovechada por ETA en su estrategia de acoso al PNV y al PSOE como supuestos responsables de la vuelta de la violencia." Aquí todos damos argumentos a los más radicales, aunque no siempre en la misma dirección. A
Pello Salabruru le sirve el guión, pero con distintos protagonistas. Para el ex rector de la UPV la actuación del PSOE en Navarra carga de razones a Egibar (¡qué ganas de hacer coincidir a ETA y a Egibar! Ni ¡Ni J. Arregi se atrevería!). En el fondo todo resulta más sencillo.
A nadie debe extrañar que la actitud de
gran parte del PSOE en Navarra deje aún más escaldados a los abertzales, que ya de antes ya desconfiaban de quien estuviera gobernando en Madrid. Nadie nos puede garantizar que los preacuerdos a los que pueda llegar el
PNV de Imaz vayan a superar los sucesivos cedazos que el Estado colocará, a buen seguro, en todo el recorrido: 1.- Primero, en los territorios de Hegoalde, donde la búscada del pacto interno, del No Imponer, deberá superar los primeros vetos. 2.- En segundo término, con su traslado a sede parlamentaria, tanto en la CAV/Navarra como, posteriormente, en Madrid; 3.- Después habría que superar los sucesivos recursos que el PP (o algún sector del PSOE) interpondría ante instancias judiciales. El PP jamás desaprovecharía la ocasión para desestabilizar al gobierno socialista y rentabilizar electoralmente las fobias acumuladas al sur del Ebro. Hay ya mucho caso acumulado: Cataluña, Navarra, ... Lo lógico -lo normal- es que el PSOE volviera a
cagarla.
Vuelvo al inicio. En un artículo publicado en
Deia Joseba Egibar ha sido explícito respecto de la Ponencia y de la consulta: "
Lo que no podemos hacer es entrar en concreciones sobre una medida como la consulta, que corresponde al ámbito institucional. El PNV puede sugerir y aportar, pero no decidir cómo tiene que ser esa consulta." Ante la insistencia del periodista sobre la posibilidad real de que en esta legislatura asistamos a ella, responde: "
Sí. Los plazos se fijarán. Y estamos hablando de esta legislatura, pero creo que adelantarnos al guión no nos conduce a mejor puerto, necesariamente." No sé si habla a humo de pajas o, por el contrario, hay que deducir que su participación (¿¿??) en el borrador de la Ponencia política le ha facilitado esas claves.
Me atrevo a pensar, por esta vez como
Zubizarreta, que la dirección jeltzale realizará un gran esfuerzo de sincretismo por dar cabida a los
aberris y
comuniones, a Imaz y a Ibarretxe. Queda la duda de si un pacto de contenido ideológico traerá consigo también un reparto en las nominaciones a presidente de EBB y a lehendakari. Egibar se ha adelantado en lo referente a quién debiera a ser el candidato jeltzale para volver a ocupar el sillón de Ajuria Enea: "
Ibarretxe será el lehendakari que situará a este país en un nuevo punto de inflexión, en un escenario cualitativamente distinto, donde el reconocimiento como pueblo y el derecho a decidir van a ser las claves de la resolución (...) Ése es el papel que debe jugar en esta legislatura y entiendo que también en la próxima como candidato del PNV". Nada ha manifestado sobre quién debiera ocupar el sillón de Sabin Etxea.