Primer obstáculo superado


Bienvenida la Ponencia Política consensuada. Lo único que ha trascendido hasta el momento han sido las declaraciones de Urkullu a RNE en las que ha afirmado que es objetivo del PNV "recuperar la soberanía nacional" e "impulsar el derecho a decidir". Estas breves declaraciones del portavoz del EBB son un claro ejemplo de que quienes han trabajado en la Ponencia no han tenido un trabajo fácil como ha expresado Urkullu con ánimo, digo yo, de rebajar la incertidumbre acumulada en la afiliación.

Ahí es, precisamente, donde reside el valor, en la capacidad demostrada para pactar entre diferentes, porque por mucho que nos empeñemos, sí que existen dispares interpretaciones de un mismo proyecto. No cabe otra posibilidad en un “partido-comunidad” como reza la Ponencia de Organización. Eso es positivo. La mayor virtud del acuerdo al que ha llegado el EBB es que han sido capaces de dar una imagen de transversalidad interna que puede resultar determinante para desarrollos políticos posteriores. ¿Importará quién esté al timón?

Pues sí, sí que importa. Desconociendo el texto consensuado, me atrevo a pronosticar que en sus 40 páginas (muy lejos, afortunadamente, de las 76 páginas de la Ponencia de 2004) habrá sintetizado los discursos que se han ido produciendo estos cuatro años en el desarrollo o interpretación de las anteriores ponencias, adaptándolos a los nuevos tiempos que vivimos.

En el fondo, la letra, el contenido, tiene un valor relativo. Es más importante que quien(es) vaya(n) a optar a la presidencia del EBB hayan interiorizado y digerido suficientemente la filosofía que está de moda, la del consenso y del pacto. Es imposible que el texto que dé por bueno la Asamblea General, por claro y conciso que sea, no esté sujeto a una interpretación táctica. Eso sí, habrá que acotarlo al máximo. La letra dará para mucho, y más aún las circunstancias concretas, los resultados electorales y, consecuencia de éstos, la correlación de fuerzas en los territorios de Euskal Herria y de España.

Ni el futuro presidente del EBB ni la posible mayoría con que pueda contar dentro de la Ejecutiva podrán imponer una interpretación concreta del texto aprobado; ni la minoría podrá impedir que la mayoría pueda ejecutar sus proyectos. Si se han arreglado una vez, podrán hacerlo en el futuro. Es cuestión de actitud y de filosofía.

En cuanto al candidato, he tenido bastante claro que quienes no han logrado un lugar de encuentro estos últimos cuatro años difícilmente podrían conseguirlo en el futuro, por esos de los desencuentros personales. En la nueva situación, siendo como han sido capaces de pactar, puede que también lo consigan en la nominación de un único candidato. Sería lo prudente. Si con una Ponencia de consenso optamos por más de un candidato, puede que desandemos en poco tiempo lo ya recorrido, que no es poco.

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1 Comentarios:

Blogger FÍGARO dijo...

Algunos, los que se alegren de la desaparición de Josu Jon Imaz de la política, dirán quizá que el "segundo obstáculo" también ha sido superado.

Personalmente no me gusta nada que deje la política, ni que la deje así, con un escrito a los medios de comunicación, que éstos (EL País, El Mundo, etc.) ya se han apresurado a calificar como una derrota del sector moderado frente al "Egibarrismo" o la radicalidad del PNV de "Lizarra".

Con lo cual el buen sabor de boca que había dejado el hecho de haber podido consensuar la Ponencia y haberla aprobado por unanimidad dentro del seno del EBB, queda ahora empañada con un cierto toque de "bihotzaharra" en el estómago.

Los editoriales, las glosas de los tertulistos y demás tormenta mediática que se había quedado con un palmo en las narices ante el texto consensuado, vuelven a tener ahora carnaza para seguir abordando y regalando recetas para resolver "la grave crisis interna del PNV"

12 septiembre, 2007 17:37  

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