Carta abierta a D. Lluis Foix


Muy. Sr. mío:

Acabo de leer su reciente artículo “Vascos y Catalanes”, publicado en La Vanguardia el día de hoy. Quería en primer lugar, alabarle el gusto por el aprecio que, se nota, tiene Vd. a Catalunya. En eso coincidimos, en el orgullo de sentirnos cada uno íntimamente vinculados a nuestro país. Aclarado esto le hago notar, Sr. Foix, que ahí acaban tanto las coincidencias como los motivos de alabanza.

Si lo que quería con su comentarios, Sr. Foix, era destacar el buen hacer de los catalanes, podía haberse limitado a ello, dejándonos tranquilos a los vascos. El recurso que utiliza de ponernos a parir a los vascos (a partir, dice, de lo que veía en la noche electoral del pasado domingo) para luego, una y otra vez, matizar que todo eso en su Catalunya no ocurre o que Vds. lo hacen todo mucho mejor, resulta ruin y rastrero, Sr. Foix.

Al hilo del párrafo con el que cierra Vd. su artículo (“Otra diferencia fundamental es que en Euskadi se ha vertido mucha sangre inocente con motivaciones políticas y en Catalunya nos hemos limitado a hacer política. ”), quería preguntarle: ¿piensa realmente que la sangre vertida en Euskadi, lo ha sido por motivaciones políticas?, ¿no estaba ya convenido que el terrorismo de ETA no era sino resultado de la locura de unos asesinos?, o ¿ es que les concede Vd. el rango de activistas políticos?. No, no creo que ese sea su forma de pensar, sino que, tal vez, en esta ocasión y visto su argumentario le venía al pelo hablar de las motivaciones políticas de la violencia vasca. ¿Es así?

Atentamente,