María y Patxi leen a Schopenhauer


Tenía previsto para hoy hacer un comentario acerca del debate celebrado ayer en ETB (Euskal Telebista) entre los cabezas de lista para las elecciones del próximo día 17 de abril.

El comentario iba a girar básicamente acerca del formato utilizado para su realización. El moderador formulaba una cuestión y cada uno de los candidatos disponía de un tiempo tasado (1 ó 2 minutos) para opinar sobre ella.

debate politicoFinalizado el tiempo, se procedía a una segunda ronda de réplica, pero con el mismo formato: cada invitado disponía de su turno de réplica, transcurrido el cual, cedía el uso de la palabra u otro de los invitados y, finalizada la ronda, el moderador proponía otra cuestión y vuelta a empezar. Total, que más allá de ver como intentaba la oposición zumbar a Ibarretxe y su Plan, nos quedamos sin escuchar una sola propuesta del PP o del PSOE en positivo.


Decía que el comentario iba inicialmente de formatos, pero enredando en la red me he topado con un interesante artículo (La injuria como arma política, de Marcos Roitman Rosenmann) en el que, hablado de las diversas de formas utilizadas en política para descalificar y sembrar dudas sobre el buen hacer de los considerados enemigos, leo: cuando se advierte que el adversario es superior y se tienen las de perder, se procede ofensiva, grosera y ultrajantemente; es decir, se pasa del objeto de la discusión (puesto que ahí se ha perdido la partida) a la persona del adversario, a la que se ataca de cualquier manera... Esta regla es muy popular; como todo el mundo está capacitado para ponerla en práctica, se utiliza muy a menudo.

El arte de tener razonEl entrecomillado es del libro Dialéctica erística (o El arte de tener razón) y visto como se viene desarrollando el debate político de los últimos tiempos en Euskadi, la conclusión es clara: tanto a Patxipresidente como a la Sangil, alguien les ha regalado el librito de marras que, por cierto, es obra de Schopenhauer.

Por cierto, hoy mismo me pongo a buscar el libro.