Erase una vez... en el Parlamento

Érase una vez… un centro de enseñanza en el que los alumnos, bueno los mayores porque los más pequeños tenían otro sistema, para aprobar una asignatura podía hacerlo de varias maneras. La primera y la más aconsejable era “aprobar por curso” y eso se lograba haciendo todos los días los deberes, atendiendo en clase, aprobando los exámenes parciales, etc… Otra forma era aprobando el examen final; tenía su aquél, pero si lo lograbas te quedaba todo el verano para zanganear y dedicarse al “dolce far niente”. La tercera de las posibilidades era septiembre. Si no conseguías aprobar por curso ni aprobar en junio, te quedaba la asignatura para septiembre. Ello suponía pasarte el verano dale que te pego a los libros, aguantando además los morros y las güasitas de toda la familia, tías, tíos, primas y primos incluidos; era, con diferencia, bastante peor que las dos anteriores pero como todo puede empeorar, todavía era posible suspender en septiembre y tener que repetir. De eso mejor no recordarlo…

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¿A que viene esto? Sencillo, a que algo parecido a los alumnos del cuento les pasa estos días a nuestros políticos, a vueltas con las constitución de la Mesa del Parlamento. Está claro que ninguno había aprobado por curso. No había hecho los deberes y los resultados del 17 de abril eran, en este sentido, concluyentes. Así fue que el lunes 16, en el Parlamento, la evaluación fue clara: ¡Todos para junio¡

Y junio llegó ayer, martes, día 17. Todos tenían que presentarse al examen y, efectivamente, se presentaron todos. El examen no era fácil, pero tampoco demasiado complicado. Y resulta que de nuevo, en esta segunda oportunidad, todos han suspendido. No todos sacaron la misma nota, es cierto, pero un suspenso alto sigue siendo eso, un suspenso.

Hoy es, siguiendo el cuento, el verano. Hoy es el día de los comentarios, de los morros y de las malas caras. ¡Será posible!, ¡cómo habrá que decir las cosas para que hagan los deberes¡. ¡Ya puedes apretar los codos para septiembre, que si no apruebas te pongo a trabajar…!

Y mañana, 19 de mayo llega la convocatoria de septiembre. Y esta sí que va en serio. Aquí si que nuestros estudiantes se juegan repetir curso o solicitar las convocatorias de gracia. ¿Habrán hecho esta vez los deberes?