¡ Hagan juego...!



A casi una hora de que de comienzo la sesión del Parlamento Vasco en la que, de nuevo, se someterá a votación cada uno de los candidatos que optan a la designación como presidente de la cámara, y desde la perspectiva política en la que me encuentro son varias las cuestiones que me vienen al pensamiento.

¿Qué hay detrás de la postura hermética del PNV de ni siquiera valorar, dicen, la retirada de la candidatura del anterior presidente del parlamento vasco? Los argumentos están ya expuestos: la deferencia a la persona de Juan Mª Atutxa y lo que representa su trayectoria política, la coherencia del partido - o de la coalición- a la hora de no asumir la extorsión de las comunistas de las tierras vascas, etc…

Ahora bien, y por utilizar el símil del fútbol: un partido político que pretende jugar y ganar la final del campeonato, esto es el Gobierno, aun en minoría, de Euskadi, ¿está dispuesto a asumir esta primera derrota en el parlamento y con ello perder la semifinal, sin ni siquiera jugar todas sus cartas? ¿Cabe en la cabeza de quien conozca cómo funciona el PNV que acuda a esta prórroga del partido sin tener previsto hacer algún cambio en la alineación, dejando paso a jugadores de refresco?

Ruleta

Pocos son los que estos días se arriesgan a hacer quinielas, pero personalmente me adhiero a alguna de las que se han formulado: la retirada de la candidatura de Miguel Buen a instancias, no tanto del PSE como de PSOE. ¿Se anima alguien a la porra?

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Y ahora... la pregunta del millón. Esa retirada de la candidatura del PSE, ¿iba a ser gratis?. ¿Le bastará a ZP con el apoyo esta tarde en Madrid del grupo vasco a su propuesta, o hay más cromos en el tablero?
En efecto coincido contigo en que es muy raro que un paritdo con la experiencia política del PNV se meta en ese jardín sin más ni más, osea, sin cocina previa.
Por seguir con tu hipótesis, no sería descartable una "acuerdo" en el sentido de hacer posible la designación de Atutxa e incluso la de Ibarretxe a cambio de un horizonte de dos años en los que a los fontaneros de La Moncloa se les deje trabajar en paz en su proyecto de pacificación.

17 mayo, 2005 11:04  

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