Negociar con ETA...si ETA quiere, claro


Editorial de Diario Crítico, 16/05/2005

Lo ocurrido en la madrugada del sábado al domingo en cuatro localidades vascas no puede sino entenderse como un peculiar y, como siempre, lamentable mensaje de la banda asesina. Precisamente cuando el Gobierno ha presentado nada menos que una resolución ante el Parlamento, pidiendo apoyo para intentar una negociación que lleve a la paz, los terroristas colocan cuatro artefactos explosivos que afortunadamente sólo han producido tres intoxicados leves por emanaciones tóxicas, pero sí han dejado bastantes daños materiales. Y, sobre todo, la correspondiente desazón. ¿Se puede negociar con esta gente, que, a la hora de poner sus cartas sobre la mesa, lo hace en forma de bomba?



En este periódico nos hemos manifestado siempre a favor de la negociación. Es no potestad, sino, entendemos, obligación de todo Gobierno buscar por todas partes vías hacia la paz y hacia la seguridad de los ciudadanos. Lo importante es el grado de cesiones que, en una negociación política, estemos obligados o dispuestos a dar. Y, por supuesto, no menos importante es que la otra parte, la que carece de la razón, aunque aún le queden rescoldos de fuerza, muestre un arrepentimiento y deseos claros de abandonar definitivamente las armas.

De ahí lo triste del mensaje de esta madrugada. ETA, o una fracción de ETA, o quienquiera que represente en estos momentos a la banda asesina, nos dice que las bombas también cuentan en la mesa negociadora. Parece que la banda desea que la parte de la sociedad que se manifiesta contra cualquier negociación y a favor de la 'mano dura', que indudablemente dió sus frutos en tiempos de Aznar, incremente el clamor contra los pasos que tímidamente está iniciando el Ejecutivo de Zapatero. A quien, desde luego, optimismo no le falta a la hora de pensar en que la solución al llamado, desde hace treinta años, 'problema vasco', está a la vuelta de la esquina. Ya veremos.

Volver a la 'mano dura' siempre es posible, y eso lo sabe, o debería saberlo, la banda o, ya decimos, quien detente en estos momentos la jefatura de la banda, que, pese a todo, insistimos que parece encontrarse en momentos casi terminales. Veremos si eligen los coletazos de violencia o, de una manera real, la negociación. Por eso mismo, lo recomendable, para Gobierno, oposición y hasta para quienes 'hacen' la opinión de los ciudadanos, es extremar las cautelas, dejarse de declaraciones rimbombantes, no cejar en las medidas policiales y, a la vez, ofrecer salidas que preserven la justicia y la dignidad del Estado.