A bregar, lehendakari, a bregar


El lehendakari Ibarretxe nunca lo ha tenido fácil. De buenas a primeras se encontró con lo de Lizarra, más tarde con las elecciones de 2001 y ahora, en 2005, ha accedido a la Lehendakaritza con un gobierno débil, con 32 votos de 75 para el tripartito, y dos votos prestados de EHAK.

Nadie le va a regalar nada, ni siquiera los otros miembros de su gobierno. Y dicen, además, que no contará con excesivo impulso de su propio partido, aunque eso habría que matizarlo o comprobarlo con el tiempo. ¿A dónde vamos con esos mimbres, Ibarretxe? ¿En quién te vas a apoyar, tanto dentro como fuera del gobierno, para impulsar un proceso de normalización política? ¿Cómo piensas participar en una mesa por la paz?
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No hay más que ojear la prensa para observar que las espadas siguen en alto y las defensas en pié. Pero se observan diferencias, lehendakari, que convendría las tuvieras en cuenta, si de lo que se trata es de sumar y no de restar.

Tal y como has llegado a la mayoría, el sector unitarista, constitucionalista y ultramontano español te va a calentar de lo lindo. Un ejemplo te servirá para ilustrarte. El Correo (periódico comprado por simpatizantes, militantes, cargos y batzokis del PNV) termina su editorial de hoy, titulado Mesa de División, de esta manera: "Demasiados indicios de que el pulso por dar un empuje soberanista a la acción de gobierno va a condicionar la ejecutoria del Ejecutivo vasco, dificultando sus relaciones con la oposición no nacionalista y dirigiendo el rumbo de la política vasca hacia el mismo callejón en el que se encuentra atrapada desde hace años."

No son tan rotundos los de El País, a pesar de que encabecen el editorial con un Neto sabor soberanista; y convendría, lehendakari, que tuvieras en cuenta estos pequeños detalles que, es posible, te marquen tendencias: "Ibarretxe remitió la constitución de esa mesa extraparlamentaria a fines de año. Para entonces ya se habrá visto si el tripartito consigue sacar adelante sus proyectos con apoyos puntuales variables, como se propone. Y es posible que también se hayan despejado otras incógnitas, como la consistencia de las esperanzas de Zapatero en una tregua o movimiento similar por parte de ETA. Y tal vez para entonces haya un nuevo Estatuto de Cataluña, lo que seguramente marcará el alcance de la reforma viable del vasco. De momento, por tanto, lo que ha ganado Ibarretxe es tiempo, a la espera de que pase algo que le permita ampliar su precaria mayoría"

Y tus no tan nuevos aliados, lehendakari, esos dos votos de EHAK que, a fin de cuentas, te han aupado o te han mantenido en tu puesto. Gara termina su editorial, Gobernar negociando, de la siguiente manera: "Al tripartito le corresponde ahora gobernar negociando. Algo que no es fácil, pero que puede resultar enriquecedor para todos. Y debe hacerlo desde el principio, comenzando por las bases del próximo presupuesto."

Y eso es lo que hay, lehendakari, y con esos bueyes habrá que arar.