Conversaciones


Rafael Torres, en Diario Directo (06/07/2005)

Cuesta entender que haya gente que prefiera, antes que el fin negociado de la violencia de ETA, que todo siga como desde hace treinta años y casi mil muertos: atentados, secuestros, extorsiones, éxitos policiales, desarticulación de comandos, detenciones... y vuelta a empezar, pues, desgraciadamente, matar es fácil, apenas cuesta lo que vale una pistola y una bala, y por muchos éxitos que cosechen las fuerzas de orden público, nunca bastarán para erradicar definitivamente lo que sólo el imperativo político y social, sobre todo el de la sociedad vasca, puede erradicar.
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Por eso, y porque quien ha de acordar con ETA su desarme previo a cualquier negociación no es un cualquiera, sino el máximo representante de la Nación, esto es, su Gobierno, merece la pena concederle un voto de confianza, desoyendo a quienes no sólo se obstinan en la solución imposible, sino que insultan, calumnian y denigran a quienes, por creer que una sola vida que se salvara en el futuro compensaría del difícil trago de dialogar con los que mataron, apuestan por las conversaciones para acabar de una vez por todas con la violencia, y no por los tiros ni por el oscuro chorreo de los fondos reservados.

Si el Gobierno español y el Gobierno vasco están manteniendo conversaciones de tanteo con Batasuna, cuyo apoyo social y electoral no ha desaparecido por estar ilegalizada, no hacen, en puridad, sino lo que tienen que hacer, atraer al diálogo pacífico, a la política, a las reglas del juego democrático, a quienes operan en una indeseable marginalidad. Ojalá que algún día, en este país donde nadie escucha a nadie, se celebren y fructifiquen las tan vitalmente denostadas conversaciones de paz.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Es muy conveniente argumentar: ETA acabará sólo con una negociación política. Así, los nacionalistas sacamos partido de la violencia.

Para que los violentos cometan atentados hace falta estructura, adiestramiento, cantera de "gudaris" (qué bajo ha caído el término), pisos francos, liberados, logística, etc... es decir mucho DINERO.
En cuanto han capado unas cuantas fuentes de financiación el garito se ha quedado tieso.

Pero quizás no interese, unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces (Arzalluz dixit).

08 julio, 2005 01:25  
Blogger Unknown dijo...

No es mi intención al hacer este comentario fomentar una polémica acerca de las formas, cuando lo importante es, sin duda, el fondo de la cuestión, o lo que es lo mismo, la normalización y pacificación del país.

Aclarado esto, quería señalar que, en ocasiones, la forma ambivalente en la que se habla de ETA, de su "entorno", de Batasuna y del "nacionalismo cómplice" o del PNV por un lado, y de negociar, dialogar y conversar, por otra, reduciendo a un único significado el contenido de cada uno de aquellas series de términos, me parece que puede encerrar una trampa dialéctica.

Por ejemplo, no es lo mismo hablar de "conversaciones con Batasuna", que de "negociación con ETA". Comprendo que en el fragor del debate todos podemos incurrir en afirmaciones cargadas en exceso de vehemencia, pero confundir intencionadamente cuestiones tan distintas como las que mencionaba arriba me parece, repito, hacer trampa.

08 julio, 2005 09:19  
Anonymous Anónimo dijo...

Mi opinión es que ETA es un cadaver político y que ellos lo saben. El 11 de septiembre levantó el acta de defunción de la banda, el 11 de marzo y los atentados de ayer en Londrés han acelerado su descomposición.
No hay ni habrá negociación porque ETA no tiene en realidad nada que ofrecer.
La desaparición "oficial" de ETA supondrá una reordenación del espectro de los partidos políticos. Y en eso estamos, el PNV, EA, PSOE/PSE, PP e IU/EB alrededor del cadaver de ETA compitiendo a picotazos por sus restos y Batasuna luchando porque le quede algo que garantice su supervivencia política.
Un fin tan heroico como su lucha.

08 julio, 2005 10:48  

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