¿Caja de Ahorros de Euskal Herria?


Si admitimos, como parece obvio, que lo político está supeditado a lo económico, habremos de admitir que la posible fusión de las tres cajas de ahorro de la CAV no tiene más implicaciones, como dice Goyo Rojo (el hermanísimo), que las relacionadas con la rentabilidad económica.
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Yo tengo mis dudas, y no me lo creo. Xabier de Irala (Nueva York, 1946), hijo de reputado nacionalista, no fue repescado por el Gobierno Vasco y el PNV para sustituir a Berroeta sin más tarea que la gestión de la BBK. Se le encomendó que encarrilara la fusión y se pusiera al timón de la operación para, a medio plazo, convertirse en el primer presidente de la Caja de Euskal Herria. Por ahora sólo presidirá lo que parece ser se denominará Caja de Ahorros de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava; flanqueado en las vicepresidencias por los máximos de la Vital y la Kutxa.


Bien es sabido que en este primer empeño han quedado descolgadas ciertas entidades que, en principio al menos, podían haber participado en la operación. Hablamos de Euskadiko Kutxa, Ipar Kutxa, Rural Kutxa y la CAN. Las cuatro, por diferentes motivos, no participan de primeras, pero es más que probable que tres de ellas (salvo Euskadiko Kutxa) sí se incorporen más adelante.

Euskadiko Kutxa tuvo 116 millones de beneficios en 2004. Ni por su origen ni por su filosofía puede vinculársele al resto. Con su cordón umbilical ligado al MCC no parece que suspire por la fusión.

El caso de las cajas rurales es diferente. Ipar Kutxa que surgió en torno al mundo agrícola-ganadero de Bizkaia y Álava tuvo en 2004 12 millones de beneficios. Escasos a todas luces para garantizarse un futuro a solas. La Rural de Navarra anda algo más boyante con 29,8 millones de beneficio en 2004, pero, a pesar de ello, su debilidad en las actuales circunstancias es notoria.

Sin ningún tipo de dudas el valor estratégico de la CAN no se le escapa a nadie, tanto por el montante económico (76 millones beneficio/2004) como, sobre todo, por la importancia política, ya que sólo razones e intereses políticos esgrimidos por UPN/PP impiden su participación en esta primera fase en la fusión, más teniendo en cuenta que está federada en la actualidad con las otras tres formando la Federación de Cajas de Ahorros Vasco-Navarra.

En Iparralde carecen de una Caja propia. Las entidades financieras francesas copan el mercado, donde las Cajas vascas van desembarcando y estructurándose poco a poco.

Parece ser que ésta vez, si el PP y E. Guevara no lo impiden, la fusión avanza rauda y sin posible marcha atrás. Aunque a la hora de mentar taras no lo ha sido menos, aunque extrañe, la propia PNV. El tradicional y obstinado enfrentamiento entre jeltzales vizcaínos y guipuzcoanos ha influido en el retraso de la fusión, ya que era la BBK (cosas del tamaño) quien optaba y continúa, lógicamente, optando a hacerse con la presidencia y la sede central, y claro (…)