El agua (no sólo el petróleo) moviliza ejércitos


Todos lo dicen, todos lo saben: las guerras del petróleo serán, mañana, guerras del agua.

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En realidad, las guerras del agua ya están ocurriendo. Son guerras de conquista, pero los invasores no echan bombas ni desembarcan tropas. Viajan vestidos de civil estos tecnócratas internacionales que someten a los países pobres a estado de sitio y exigen privatización o muerte. Sus armas, mortíferos instrumentos de extorsión y de castigo, no hacen bulto ni meten ruido.

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dos dientes de la misma pinza, impusieron, en estos últimos años, la privatización del agua en 16 países pobres. Entre ellos, algunos de los más pobres del mundo, como Benín, Níger, Mozambique, Ruanda, Yemen, Tanzania, Camerún, Honduras, Nicaragua.

El argumento era irrefutable: o entregan el agua o no habrá clemencia con la deuda ni préstamos nuevos

Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo. El artículo.