Lasai Atxaga: ladran, luego cabalgamos.

No soporta Savater la gloria de Atxaga. No es suficiente con que no sea nacionalista, sino de IU, incluso de los que han cedido su propia imagen para promocionar a la coalición.

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Ni siquiera que en 2002 dejara patente su oposición a ETA, junto a A. Lertxundi, Joxemari Iturralde, Patxi Zubizarreta, Iban Zaldua y Ana Agirre. No. Aún se ha quedado corto para ese ex-articulista de Egin, ex-revolucionario, para ex- de prácticamente todo, un mercenario más de esa enorme pléyade que ha ido gestándose al calor del PSOE y, fundamentalmente, del PP y de los medios de comunicación del reino, donde, por cierto, empiezan a estorbar, y muchos de ellos están siendo relegados a un segundo o tercer plano, no por ser como son, sino por ser vulgares y corrientes.

Han chupado prebendas y divisas sólo por repetir como loros el mismo eslógan durante años, sin modificarlo en una coma, más por impericia que por desidia. Ayer me encontré con otro especímen de la misma calaña en Punto Radio (de Vocento). Allí estaba Edurne Uriarte junto con Consuelo Sánchez Vicente (es así), esta vez largando del mal trato infantil, para mañana hacerlo de la sequía y al día siguiente de escardar patatas. También han "fichado" en la Cope nocturna a Gotzone Mora, para no aportar nada; y de hacerlo, mal. Victor Moreno escribió ayer un precioso artículo en Gara, con el título ¿Qué les molesta de Bernardo Atxaga?. Muy bueno, la verdad.