Cataluña/Euskadi, ¿quién ayuda a quién?

No hace mucho oí de boca J.M. Ollora que la cuestión catalana, concretamente del Estatut, marcaría el terreno para abordar la cuestión vasca. Hubo quien quien comentó que cabía la posibilidad de que fuera al revés: que el encauce de la cuestión vasca, aunque sólo fuera en su aspecto procedimental, ayudaría a que el recorrido constitucionalista del Estatut fuera menos riguroso.

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En una entrevista que Berria realiza a las catalanas Anna Salles (viuda de Vázquez Montalbán) y Mónica Terribas (Presentadora de la Nit al día de TV3), ésta última responde. “Hay otra circunstancia a tomar en consideración: el País Vasco. Considero que R. Zapatero puede aprovechar una buena marcha del proceso vasco para superar la tensión superada por el Estatut”. Mientras Salles, por su parte, declara que son los vascos quienes se sienten marginados ante el auge mediático y político del Estatut; y declara, así mismo, que el gran problema para los españoles es Cataluña, y no el País Vasco (argumento hoy día muy extendido), y que ve más factible, en ausencia de violencia, llegar a acuerdos en el País Vasco.

Hoy mismo el diario El País entrevista al Alfonso Guerra, quien sostiene que la categorización de Cataluña como nación no genera problemas jurídicos, pero sí políticos: “No entienden algunos que para millones de españoles que una comunidad se defina como nación significa que no se siente dentro de la Nación"

Donde está la madre del cordero para Guerra que, no lo olvidemos, presidirá las sesiones de la Comisión Constitucional encargada de tramitar las reformas estatutarias de la Comunidad Valenciana y Cataluña, es en: “La parte financiera del Estatuto no se atiene a la Constitución. La financiación no puede establecerla cada comunidad en su propio Estatuto (…)No se puede establecer una financiación en base a un concepto, que es el sobreesfuerzo fiscal, que es inventado porque conviene, pero no es real"

Ese tema los vascos lo tenemos solventado con el Concierto. De ahí que para Terribas sea más factible una solución al tema vasco, más por necesidad de Zapatero que por voluntad de la ciudadanía, ya que el propio Guerra se encarga de aclararnos que: "Cualquier Estatuto debe contar con un acuerdo muy mayoritario de la Cámara (española, por supuesto) porque si no, no tendrá una consolidación histórica suficiente".

El mismo Guerra, no contento con lo dicho, añade: “(…) Doy media vida para que los nacionalistas puedan defender sus tesis, la otra media la necesito para que no lo consigan". Con la enorme diferencia, amigo Guerra, de que Uds. puede defendarlas y conseguirlas si alcanzan la mayoría en SU Cámara, y los catalanes, en cambio, no pueden ejecutar lo aprobado por el 90% de la Cámara de ELLOS. No es sólo cuestión de matices,