Drogata borroka


Vuelvo sobre el tema, por obstinado, por perjudicado, por ciudadano, (…) por tonto tal vez. Los diarios locales recogen hoy las “gamberradas” del fin de semana, esas que para algún iluminado son acciones de kale borroka. La paranoia de un sector de nuestros jóvenes está llegando a límites insospechados. Alguno vendrá que me corregirá “que no Hemengo, que estás emperrado con el tema, pero son unos pocos y, además, seguro que has olvidado tu propio pasado”.

El domingo a la mañana, mientras estaba desayunando con mi familia en la cocina de mi casa, me dió por ojear la calle Cercas Bajas, y observar cómo habían dejado la calle los energúmenos que durante horas circularon por ella haciendo uso, a su manera, del material de las obras de acondicionamiento de la calle.

Justo en ese momento (9 de la mañana) un chaval moreno de unos 18 años transportaba una losa de las grandes sobre sus brazos. El objetivo lo tenía claro: el escaparate de electrodomésticos de dicha calle, en le número 33. Alzó los brazos y lanzó la losa a la cristalera. El impacto pudo sentirse en las viviendas del entorno. Desde de mi ventana no pude apreciar si salió huyendo porque la terraza del primero me limitaba la visión. Lo que sí vi es que los viandantes que en ese momento ocupaban la calle ni se inmutaron. También pude apreciar que la Policía municipal no apareció. Y sé que dos semanas antes rompieron la cristalera de la tienda de muebles de enfrente.

Estos actos delictivos, porque son delito, ni se comentan en los periódicos, por menores, por marginales. Tan normales son estas actitudes que la gente del entorno ni las comenta, por normales, por cotidianas. Como no son actos de kale borroka, como sólo son actos de drogata borroka, de drogados con la litrona, de drogados con las pastillas, de drogados con speed, con cocaína, con todo lo que pillan, pues eso, que no se tienen en cuenta. Son actos de nuestros chavales adolescentes ¡Pobres hijos nuestros, tan inocentes ellos! Son actos de chavales a decenas, que campan a sus anchas por toda la ciudad, y sobre todo por la Parte vieja vitoriana, sin que nadie les hostigue.

¿Dónde están los municipales, dónde los ertzainas? ¿Dónde está el Ayuntamiento, dónde la oposición? Comentan que la poli no llega, que hay un 30% de efectivos de baja laboral. Para mí que, además, la policía sabe que el vecindario soporta las noches con estoicismo y sin salir a la calle. Por eso pasa de la zona. Eso sí, para una señora que quedó atrapada en su vivienda de San Antonio con algún conato de enfermedad, pude yo mismo apreciar que dos patrullas de la Ertzaina, dos de la Policía Municipal, una ambulancia y un camión de bomberos acudieron raudos a auxiliarla. Canuto hubiera solucionado el incidente en cinco minutos, por 40 euros. El despliegue que yo presencié no costaría menos de 6.000 euros.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Algo me empieza a oler mal en esto de los serenos:

Esto de hacer de “guías turísticos” para mí que tiene trampa. Si se reconociera abiertamente que su trabajo está directa e íntimamente relacionado con la seguridad de las personas y de los inmuebles (porque lo de pasear por la noche con el callejero de Gasteiz debajo del brazo es una payasada de pantalón largo...), se plantearía el problema de que debieran ser funcionarios o, por lo menos, agente de seguridad privados.

¿Qué pinta Gasteiz On coordinando a esta gente?, ¿se le ha ocurrido ahora al amigo Ajanguiz, o tenía pensado desde antes lo de "regalar" a sus "amigos" un servicio de vigilancia pagado por todos los vitorianos?, ¿porqué no dependen directamente del ayuntamiento o de de la policía municipal?

¿Cuál es el misterioso “importante grupo empresarial madrileño, de ámbito estatal”, que gestionará esta subcontrata?. ¿Ha habido concurso para la adjudicación? ¿Es otra vez FCC?

30 mayo, 2006 17:18  

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