Inaugurando la desesperación

Después de la última inspección del Gobierno Vasco y de no mediar una auténtica catástrofe, todo parece chapuceramente dispuesto para llevar a cabo la primera inauguración de la nueva plaza de toros. Decimos "primera" porque este pabellón prefabricado amenaza con superar a la famosa T4 de Barajas en cuanto a record de inauguraciones. Así a bote pronto calculamos que, sin asomo de sonrojo, el PP puede organizar cuatro botaduras más.

Éste es nuestro pronóstico:

Noviembre 2006 - Inauguración de la plaza con la cubierta móvil ya instalada - Sugerimos que se traigan a este recinto los mundiales de petanca, para dar suficiente empaque al evento.

Enero 2007 - Inauguración de la plaza con los sistemas que permiten convertirla en equipamiento multiusos – Sugerimos que se haga aprovechando ese concierto que Iñaki Añua quiere montar para probar la acústica del recinto y que servirá para certificar que se oye de pena (como Illumbe o el coso de Logroño) y el Festival de Jazz tendrá que continuar en Mendizorrotza.

Marzo 2007 - Inauguración de la plaza con la ornamentación exterior de la fachada – Sugerimos que todo el mundo se prepare para lo peor porque cuando el concejal de urbanismo anuncia elementos de excelencia arquitectónica podemos encontrarnos con verdaderos espantajos.

Abril 2007 - Inauguración de la plaza con toda la urbanización exterior – Sugerimos que se realice previamente un reparto de katiuskas porque es muy previsible que la mitad de las baldosas escondan charco. Si lo de Corsan-Corviam con la urbanización de los viales de Sidenor fue vergonzoso, lo que FCC va a cometer en las inmediaciones de la plaza de toros se intuye completamente desastroso, sencillamente porque esa área de obra es donde más recortes pueden aplicar para sacar mayor beneficio.

Todo un carrusel de saraos inaugurales estratégicamente orquestado de cara a la cita electoral de mayo. Hay una intención clara de Alfonso Alonso de vender la plaza de toros como su principal legado a la ciudad en la presente legislatura porque no tiene mucho más en su haber. Esto le ha generado tal nivel de desesperación que nunca se ha conocido mayor presión política sobre la ejecución de unas obras en esta ciudad para llegar a tiempo con una grotesca inauguración. Las prisas de ahora serán los errores de ejecución y las deficiencias de mañana, errores cuya responsabilidad habría que dirimir en tribunales como está pasando con los defectos de la urbanización de los viales de Sidenor. Esto se traducirá previsiblemente en que la nueva plaza de toros mantendrá durante años detalles cochambrosos que tal vez tenga que acabar arreglando subsidiariamente el Ayuntamiento.

Porque lo que mal se inaugura, mal acaba.