Jornada de reflexión

De la misma manera que hoy reflexionan los catalanes llamados mañana a las urnas, tampoco es mal ejercicio desde la distancia repasar el estado de cosas al final de la campaña, sobre todo por las conexiones “española y vasca” de la convocatoria de mañana.

Así, desde ABC y dentro del espacio que les deja el cumpleaños de “Leonor”, Martin Ferrad advierte: "Más todavía que los directamente interesados, quienes se la juegan el primero de noviembre son Zapatero y Rajoy. El presidente del Gobierno, decaído en su estrategia vasca, se nos puede quedar en nada si la composición de Govern resultante no concuerda con sus intrigas y maniobras. La tesis que apresuradamente difunden los tantanes monclovitas -«una victoria de Artur Mas será el mayor éxito de Zapatero»- sólo es un ejercicio de disimulo, muy propio del talante del líder socialista. Rajoy, por su parte, se ha comprometido, más de lo que marcan su costumbre y su pereza, con la acción de José Piqué y cualquier retroceso del PP en el Parlament puede acelerar la crisis latente en el partido que él preside y nadie gobierna, orienta y dirige".

De las posiciones de ambos favoritos, nos quedamos con el resumen que hace ADN:

"No hay ni una sola encuesta de intención de voto que vaticine una victoria del socialista José Montilla. Hombre de carácter tranquilo (él admite que no es la alegría de la huerta) tiene como gran reto movilizar a los electores que votando PSOE en España se quedan en casa en unos comicios catalanes. En campaña, Montilla ha dicho que quiere una Generalitat socialista "sin hipotecas", aunque todo indica que deberá recurrir a ERC e ICV para llegar a la presidencia. No se han acallado los rumores de una posible sociovergencia".

"Artur Mas reconocía en una entrevista a este diario que tras tres años de CiU en la oposición ya no es el chico "enchufado" que puso a dedo el ex president Jordi Pujol. El líder convergente se ha rodeado del sector más soberanista de su formación y encara su segundo intento para conquistar la Generalitat como el claro favorito en todos los sondeos. Pero ésto no quiere decir que tenga asegurada la presidencia. En su contra tiene el resultado que sume el extinto tripartito y la factura que le pase su electorado por una campaña más agresiva de lo habitual".