¿Dónde está Alfonso?


Habladurías

Preocupan en los pasillos de la Casa Consistorial las reiteradas ausencias del alcalde por uno u otro motivo. No está el horno municipal como para dejar que los bollos se quemen pero lo cierto es que, salvo para defender al vilipendiado concejal de Urbanismo, Alfonso Alonso no ha dado la cara en las dos últimas semanas. ¿Dónde está el alcalde?

Hagamos recuento:

14 de noviembre, martes: Alfonso Alonso asiste a la Comisión de Urbanismo para borrar toda sospecha de prevaricación sobre la actividad de Jorge Ibarrondo. Da muestras de exaltación y belicosidad.

15 de noviembre, miércoles: El alcalde se pasa un cuarto de hora por el Ayuntamiento para recibir a la candidata del PP a la alcaldía de Segovia. Nadie sabe qué pinta aquí esa mujer ni qué currículum pretende labrarse con una visita de este tipo. Nos deja de regalo, eso sí, una bonita reproducción a escala del acueducto.

16 de noviembre, jueves: El alcalde juzga conveniente acompañar durante 20 minutos a Alberto Schommer en la presentación de un libro fotográfico sobre la Catedral de Santa María. También abre la llave de paso del desdoblamiento de la tubería de abastecimiento de agua a la ciudad, cosa que queda muy bonita en las fotos.

17 de noviembre, viernes: Alfonso Alonso no da la habitual rueda de prensa de los viernes donde se abordan los diferentes aspectos de la actualidad local. En un ridículo sin precedentes, hasta tres concejales tienen que acudir a la sala de prensa a explicar de forma bastante confusa lo tratado en la comisión de gobierno. Se comenta que la noche anterior se llevaba a cabo la cena de gala de una revista local en la que sí estuvo el alcalde.

20 de noviembre, lunes: El alcalde acude a la inauguración de la guardería de Zabalgana que debería haber estado lista antes de que empezara el curso. Se hace cuatro fotos y desaparece.

21 de noviembre, martes: Resulta que el alcalde está en Barcelona, no se sabe muy bien para qué, y desde allí añora la unidad constitucionalista contra el terrorismo

22 de noviembre, miércoles: Alfonso Alonso se traslada a las bodegas de Marques de Riscal a hacer bulto en un acto de Mariano Rajoy.

23 de noviembre, jueves: El alcalde pronuncia unas palabras en el sarao inauguración de la nueva planta de FCC para tratamiento de la basura orgánica

24 de noviembre, viernes: Alfonso Alonso no preside el Pleno del Ayuntamiento, cosa verdaderamente inusitada ya que hablamos de la máxima expresión de la actividad municipal. Se comenta que la noche anterior se llevaba a cabo el sarao prenavideño de un conocido joyero local en el que sí estuvo el alcalde.

27 de noviembre, lunes: El alcalde está en Madrid porque hay un congreso muy chulo sobre cosas medioambientales de la Federación Española de Municipios y Provincias. Allí canta las excelencias del Anillo Verde y el servicio de préstamo de bicicletas.

28 de noviembre, martes: El alcalde sigue en Madrid.

Y esto ha sido todo. Dos semanas en las que se ha sabido de Alfonso Alonso más por lo que se ha dejado ver fuera del Ayuntamiento que por lo que ha trabajado allí. Existen asuntos preocupantes como el desdoblamiento de la calle Iturritxu, la polémica instalación de los nuevos contenedores de residuos, los monumentales atascos de los últimos días producto de una mala coordinación de obras, los problemas para que cuadren las cuentas del ejercicio presupuestario, la seguridad de las trabajadoras sociales y un largo etcétera. Bien es cierto que resulta más agradable la música del brindis que el coro de quejas pero tanto esconder el rostro no puede traer nada bueno.