Roma no paga a traidores...

Parecía que la época de la ebanistería socialista había terminado con el acuerdo entre Zapatero y Mas. Luego llegó el referéndum, la disolución del Parlament, las elecciones y la formación del nuevo tripar…, perdón el Govern d' Entesa.

Ansón ya había insinuado la posible reaparición de los cepillos y las patenas cuando, recientemente, se lanzaba a la piscina a vueltas con la posibilidad de que el bueno de Montilla, al cabo de unos meses, se viera apeado por su propio partido de la condición de Honorable para ofrecer, la dicha condición y su propia cabeza, en favor del agraviado Mas que, de esa manera, accedería por fín al sillón al que, por dos veces, se ha hecho acreedor. Lo había insinuado pero, de momento no pasa de ser otra de “las cosas de Ansón”.

Distinto es lo que ayer publicaba El País: “La denominación como vicepresidencia, y no de conseller en cap, (del cargo) que ocupará Josep Lluís Carod Rovira en el futuro Gobierno catalán oculta algo más que un cambio de denominación”.

En esta ocasión todo apunta a que, en efecto, el cepillo se ha puesto en marcha y esta vez le ha tocado a Carod. “Roma no paga a traidores”, parecen querer decir los socialistas. Así, desde el "medio" oficial del socialismo español se puntualiza: “el presidente de Esquerra Republicana asumirá en su segunda etapa como número dos del Ejecutivo un volumen de atribuciones sensiblemente inferior al que tuvo antes de abandonar el cargo tras entrevistarse con la cúpula de ETA en Perpiñán. Carod Rovira mantendrá responsabilidades en relaciones exteriores, pero no será portavoz del Gobierno ni coordinará la acción del mismo”.

“Rebajando el relieve de Carod, Montilla pretende reducir los sarpullidos que la figura del líder independentista causa en ciertos sectores de Cataluña y, sobre todo, fuera de ella. También en el PSOE”.