San Ignacio de Loyola, ora pro nobis


Loiola

El silencio, la mística y la oración ignaciana (si alguno la practica) les hará falta a quienes, por lo que dicen, se reunieron el 27 de octubre en los vacíos y silentes (es un decir) muros del santuario azpeitiarra. Cuentan que no desistieron ante el robo de cientos de pistolas y que no lo harán ahora por un supuesto intento de quema de policías municipales. Cualquiera lo diría, ¡con la que está cayendo!.