La derecha española cambia de estrategia, cara a un golpe de estado


La derecha española estaba acostumbrada, cuando le convenía, es decir, cuando no podía llegar al poder por medios democráticos, a utilizar al ejército español para llegar al poder mediante un golpe de estado. De esto hay abundantes ejemplos a lo largo de los dos últimos siglos.

Sin embargo, tras la entrada de España en la OTAN, esto no puede realizarlo de forma tan fácil si no cuenta con el placet de los norteamericanos, de manera que en cierto sentido la pertenencia a la Alianza Atlántica supone algunos elementos positivos respecto a la situación anterior a la entrada en la misma.

Por ello, en los últimos tiempos la derecha española ha cambiado de estrategia y pretende poner en práctica un nuevo modelo de golpe de estado utilizando al poder judicial, institución no reformada tras la llamada transición del fascismo a la “democracia a la turca” imperante en España. De ello tenemos abundantes ejemplos en los dos últimos años, con tácticas que van “in crecendo” y que alcanzan su cenit con el ataque a las instituciones vascas al procesar al Lehendakari y con la recusación de un miembro del Tribunal Constitucional español para intentar cargarse el Estatut de Catalunya.

Lo que no resulta tan conocido es que para poner en práctica esta nueva estrategia la extrema derecha española cuenta con el apoyo de determinados sectores “progresistas”. Si bien en el procesamiento del Lehendakari aparece clara la ayuda de algunos elementos que se quieren presentar como “progresistas”, jueces ligados al Foro de Ermua, como, entre otros, J.L. Ibarra y la Sra Irañeta, que se han sumado al movimiento de la ultraderecha española, en el caso de la recusación al Juez Tremps no ha resultado tan conocida la colaboración de tres jueces “progresistas” que han votado con otros elementos de la extrema derecha a favor de la recusación.

Resulta interesante indagar qué hay detrás y qué une a estos jueces “progresistas”, en principio cercanos al PSOE, y quién maneja esta unión “contra natura” con la extrema derecha. Y, en efecto alguien maneja los hilos en un intento de cargarse al Sr. Zapatero y provocar elecciones generales anticipadas, ante las cuales no pueda ser candidato. Y este elemento es el Sr. Belloch, ministro con Felipe González, quien ya ha contactado con algún posible candidato, dentro del mismo PSOE, aunque todavía no haya recibido su consentimiento. Todo ello con el apoyo de elementos significativos del grupo Prisa, muy preocupados ante el proyecto del actual equipo de la Moncloa de crear un grupo de comunicación moderno y de izquierdas y que ponga en su sitio al País, es decir, junto al Mundo, al ABC y La Razón.

Lo que estos elementos “progresistas” parecen olvidar es que estas alianzas con la extrema derecha suelen acabar ante la tapia de un cementerio, como ya les ocurrió a los elementos republicanos y del PSOE en julio de 1936, cuando no querían darse por enterados de lo que los Mola, Franco, Gomá y otros estaban preparando.

Ezkibel

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