Ibarretxe ha vuelto a pillar a los socialistas


Escribe Jose María Chacon en Izaronews:

Por eso le odian tanto. Ya les pilló en su momento, tiempo ha, cuando consiguió que los vascos interiorizaramos que la fórmula jurídico-política que, de llegar algún día, habrá de dotar de estabilidad a nuestra convivencia, debe tener como primera cualidad la de impedir que los gobiernos españoles puedan tomar decisiones unilaterales que afecten al desarrollo o concreción de la legislación que refleje ese acuerdo de convivencia.

Hoy los vascos tenemos claro que un Estatuto que, como el de Gernika, deje en manos españolas la decisión última y exclusiva de su honesto cumplimiento es una trampa para elefantes, porque la voracidad nacionalista de PSOE y PP es infinita, y los hace incapaces de sustraerse a la tentación de utilizar esa potestad para desnaturalizar en la práctica cualquier acuerdo de la sociedad vasca. Y esta convicción se la debemos, principalmente, al trabajo llevado a cabo por Ibarretxe, desde su puesto de Lehendakari, y al anterior presidente de su partido, Xabier Arzalluz. Como digo, por eso los odian tanto.

Ahora el Lehendakari ha vuelto a pillar a los socialistas en una jugada que no les está gustando nada, principalmente porque les deja con el culo al aire en distintos frentes. De ahí la persecución que han montado a todos los niveles contra él.

El argumento de Ibarretxe es muy sencillo: si los socialistas estaban dispuestos a concretar legalmente los contenidos políticos negociados en Loiola, con el aliento de ETA en la nuca - unos contenidos que incluso los representantes de Batasuna aseguraban que eran válidos para dar por resuelto el denominado conflicto político entre Euskal Herria y España-, Zapatero y su partido deberían estar dispuestos, con mucho más motivo, a alcanzar un acuerdo, a partir de esos planteamientos, con los partidos democráticos vascos, que en definitiva son los que vertebran realmente a la sociedad vasca. Y son democráticos.

Esta argumentación da por sentadas varias ideas que son difícilmente discutibles si tenemos que hacer caso al discurso anti-ETA de los propios socialistas y del PP. Por ejemplo, la idea de que con ETA no se habla de política, porque de esto sólo se habla con partidos democráticos. O la idea de que no se puede hablar de contenidos políticos con la amenaza de una pistola encima de la mesa. Por esto, los socialistas no pueden argumentar que éllos estaban dispuestos a aceptar como buenos esos contenidos sólo si con ellos acababan de una vez con la violencia. Esto sería tanto como aceptar que habían claudicado ante los violentos.

Sin embargo, Por otra parte, los socialistas están pillados también por otro lado, y creo que les va a resultar muy difícil escapar con bien de esta si su voluntad de solucionar las cosas en Euskadi no es honesta. En su momento, cuando las negociaciones de Loiola fracasaron, el PSOE se apresuró a decir que el fracaso sólo era achacable a ETA.

Esto significa, pues, que si por el PSOE hubiera sido, el acuerdo habría sido posible con los contenidos políticos conocidos, que nunca han sido negados por los socialistas. Si por una parte tenemos este hecho y por otro tenemos la constante apelación de Zapatero, De la Vega o López a la Constitución española como límite último para el acuerdo que haya de alcanzarse en Euskadi, en caso de alcanzarse alguno, ello significaría forzosamente que los socialistas consideran que los contenidos de Loiola son plenamente constitucionales. De no ser así habrían sido éllos quienes hubieran denunciado dichas negociaciones como inaceptables, y no fue esto lo que ocurrió, como hemos visto.

Por tanto, la exigencia de Ibarretxe de negociar un nuevo estatuto para Euskadi a partir de estos parámetros no sólo es cabal, porque es seguro que contaría con la aprobación de la práctica totalidad de los vascos, sino la opción más coherente desde el mismísimo discurso del PSOE.

Claro, ya sabemos que los dos grandes partidos españoles tienen todo el poder en su mano para hacer lo que les plazca, y ello significa que si al presidente Zapatero y su gobierno no les da la gana de ser coherentes con sus propias palabras o hechos, no tienen más que decirlo, negarse a cualquier negociación o apostar por una negociación que niegue aquellos contenidos y ya está. Pero en este sentido, también Ibarretxe les ha cogido la mano: si los socialistas se ciscan de esta manera en su propio discurso antiterrorista, en su discurso político hacia los vascos y, sobre todo, en las ansias que los vascos han demostrado ya sobradamente de alcanzar un acuerdo justo que ponga fin a tanta inestabilidad, tanta imposición y tanta violencia, son libres de hacerlo, pero a ver cómo quedan en tal caso las aspiraciones de Patxi López de llegar a Ajuria Enea.

Yo me temo que si el PSOE se presenta a las próximas elecciones autonómicas con el estigma de haberse reído de la voluntad de acuerdo y la voluntad de paz de los vascos para imponer a la brava su modelo nacional, y después de haberse ciscado, por el mismo motivo, de su propio discurso sobre la deslegitimación de la violencia, el disgusto que se van a llevar el día de recuento va a ser morrocotudo.

Seguro que Patxi López dirá que aunque se alcanzara ese acuerdo a partir de los contenidos de Loiola, eso no acabará con la violencia de ETA. Pues bien, ante un planteamiento como este se me ocurren dos cosas. La primera, que independientemente de que ETA siga existiendo o no, los vascos necesitamos un marco jurídico-político que garantice una convivencia normalizada entre nosotros y entre nosotros y España. La confrontación política, social y cultural constante que padecemos debe acabarse, y esto sólo puede lograrse con un acuerdo político que sea aceptable para los dos lados.

Independientemente de lo que piense o quiera un agente criminal, desestabilizador y esquizofrénico como ETA. Plantear, como hacen el PP y el PSOE, que mientras exista ETA los vascos debemos estar condenados a vivir en la inestabilidad y el enfrentamiento, y que sólo estarían dispuestos a buscar honradamente una solución a la situación política cuando ETA haya desaparecido parece un castigo que los vascos no nos merecemos. Desde luego, no es el comportamiento cabal de quienes se pretenden demócratas.

La segunda respuesta que se me ocurre es que Patxi López se equivoca si piensa que ETA no sufriría en sus carnes un acuerdo como este, y le explico por qué: todos sabemos que ETA se encuentra en el momento más débil de toda su historia, más que nada porque el colchón social de que disfrutaba hace unos años ha ido desapareciendo paulatinamente, a medida que su violencia ha ido deslegitimándose por múltiples razones.

Esta es la clave: la extensión en nuestra sociedad de la consideración de la violencia etarra como ilegítima, inmoral, innecesaria e inútil. Pues bien, siendo esto así, si se alcanzara realmente un acuerdo que la sociedad considerase en su práctica totalidad justo -como lo sería el basado en los contenidos que el PSOE consideró válidos en Loiola-, el colchón social en que podría apoyarse ETA para seguir justificando su violencia se esfumaría definitivamente y ello conllevaría inevitablemente su desaparición, aunque no fuese inmediata. En todo caso, como estrategia para acabar con ETA sería infinitamente más eficaz que apostarlo todo a la eficacia policial.

Mi conclusión es que un acuerdo por la convivencia no debe tener su razón de ser en servir para la desaparición inmediata de ETA. Un acuerdo como este es bueno por si mismo, especialmente porque unificaría en su seno al cuerpo social. Y ETA puede intentar imponerse a una sociedad dividida en dos mitades que se perciben mutuamente como agresoras, pero en ningún caso tendría la menor oportunidad contra una sociedad unida por su apuesta por un marco político considerado satisfactorio por todos o prácticamente todos.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Discursitos, discursitos....el pobrecito Ibarreche que no quiere olestar al PSOE. Todo por la pasta y el poder. PNV nora zoaz?

08 mayo, 2008 23:46  
Blogger farfotxilla dijo...

vuelve a releler, guapeton

Solamente quedan 169 días

Gora euzkadi askatuta

09 mayo, 2008 00:34  
Anonymous Anónimo dijo...

169 dias? El hoja de ruta solo sirve para compactar al PNV y ponerlo en direccion a un pacto con el PSOE. ¿Y Euskal Herria? Solucion: Lurraldetasuna eta Autodeterminazioa

09 mayo, 2008 01:52  
Blogger ARKAITZ dijo...

Totalmente de acuerdo, brillante la exposición de la situación política actual. Eskerrik asko.

09 mayo, 2008 08:27  
Anonymous Anónimo dijo...

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15 febrero, 2010 11:39  

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