La reacción totalitaria de Abascal


Artículo de César Arrondo.

La posibilidad de llevar adelante una consulta en Euskadi, más allá, de las voces contrarias que se han levantado como navajas filosas, para impedir que vascos y vascas decidan que quieren ser de cara al futuro, va cobrando fuerza. Un hecho aislado, cuyo único propósito es cercenar el derecho de los ciudadanos y ciudadanas, ha tenido lugar en el Parlamento vasco, cuando el representante del Partido Popular, Santiago Abascal, ante las cámaras rompió la papeleta de la consulta, afirmando que: “esta es - un arma - en manos de Ibarretxe, contra la Constitución, las leyes, la soberanía y convivencia de los vascos, y cuyo único fin, es dividir a la sociedad española”.




Parece que Abascal no tiene muy en cuenta el rol que le cabe al pueblo en un sistema democrático, ya sea a elegir y ser elegido con el fin de representar, como así también, ser consultado sobre temas de fundamental importancia. Tal vez, nunca haya incorporado a su código el principio ético-político de soberanía popular, y aún, adhiera o añore los sistemas de representación que en su amada España, estuvieron vigentes entre los años 1939 y 1975.

Además, si hay una persona en Euskadi, a la cual no le cabe la acusación directa o metafórica de portar –un arma para la destrucción – es el Lehendakari Ibarretxe. En todo caso, hay otros ejemplos en el Estado español de portadores de armas. En tal sentido, padres y abuelos de muchos de los hoy militantes del Partido Popular, han desarrollado esa detestable misión. Se podría usar mucho papel y tinta, para seguir historiando, como estos caballeros durante el franquismo, utilizaban la muerte y la tortura como un medio para conseguir un fin político, silenciar a todo un pueblo y en particular al vasco. Por último, en cuanto a su planteo, de que la consulta pretende dividir la sociedad española, yo creo que la misma, no esta planificada, para que participen las ciudadanas y ciudadanos españoles que viven al sur del Ebro, a mi entender, el límite histórico y natural entre Euskal Herría y España.

La consulta está planteada, y nadie que adhiera a los postulados de la democracia, puede negar el ejercicio pleno de un principio fundamental, como la soberanía popular. Si en el Estado pretenden que los vascos debatan, materialicen y refrenden una propuesta, que se queden tranquilos, que el camino está diseñado y que estos son los primeros pasos para avanzar con fuerza en defensa de los derechos de este pueblo, y para que ello sea posible, es necesaria la participación de todos los partidos abertzales, entre ellos, EHAK, y la ilegalizada Batasuna, como así también, los sindicatos, las organizaciones culturales y sociales. Mientras tanto señor Abascal, siga rompiendo papeletas, así la sociedad vasca tiene bien presente el día de la consulta, cual es su postura y la de su partido, sobre el derecho a decidir que le corresponde al pueblo vasco.


Prof. César Arrondo
Universidad Nacional de La Plata/Argentina