Sobre prevaricaciones


Badaia
Estaba yo entretenido con las historias locales sobre prevaricaciones que tanto que hablar nos están dando en los últimos días, cuando he descubierto la madre de todas las prevaricaciones y defraudaciones. Y es que el Caso Ali, con un exconcejal de Urbanismo del Partido Popular a punto de ser juzgado por prevaricación, o el Caso Lazcoz en el que el Partido Popular acusa al alcalde socialista de Gasteiz de prevaricador, no son nada con el que vamos a llamar Caso CGPJ.

El Consejo General del Poder Judicial ha aprobado la compra de mástiles para los edificios judiciales de la Comunidad Autónoma Vasca. Estos edificios, todo hay que decirlo, no son de los miembros del CGPJ, ni del gobierno español, ni del estado español, sino que son propiedad de la administración vasca.

El vocal del Consejo Alfons López Tena, ha emitido un voto particular en el que indica que los vocales de la mayoría y su presidente, Francisco José Hernando, concluyen su mandato "incurriendo en la ilegalidad de adquirir bienes sin trámite administrativo alguno, sin cuantificar ni su número ni su coste y sin informe de intervención". "La posible malversación de caudales públicos en que este acuerdo incurre es el colofón de una institución usurpada por una mayoría al servicio de intereses políticos de partido y al margen de toda legalidad", concluye el voto particular de López Tena, nombrado a propuesta de CiU.

Y es que es posible que el amor a la rojigualda haya nublado el sentido de algún magistrado, hasta el punto de olvidarse de cumplir la Ley.

Por mucho menos nos habrían empapelado ya a cualquiera de nosotros.