¿Para qué incendiar cuando se puede colapsar?

Salvo contadas excepciones como la de Tácito, la mayoría de historiadores del imperio romano coincidieron en señalar a Nerón como último responsable del pavoroso incendio que asoló Roma en el año 64 d.C. Son muchos los detalles que lo certifican, como su sospechosa ausencia durante los hechos, la forma de actuar del ejército (especialmente en el entorno de la Domus Aurea) o una razón más de fondo: su confesado desprecio por la "vieja Roma". Veinte siglos después y a 1.712 kilómetros por carretera se repiten las circunstancias: Alfonso Alonso desprecia los logros de la "vieja Vitoria" liderada por su antecesor Cuerda. Como resulta un poco difícil quemarla decide algo mucho peor: convertirla en un caos de tráfico.

En este sentido hay dos actuaciones que suponen el primer paso decidido de cara a convertir el centro de la ciudad en un infierno de automóviles: por un lado la ampliación del aparcamiento de Santa Bárbara y por otro la creación del parking de Renfe. Precisamente mañana mismo, cuando hace menos de una semana no soltaba prenda, el alcalde tiene previsto aprobar en Junta de Gobierno Local el expediente de contratación del concurso para construir el aparcamiento de Renfe.

Es una decisión terrible y absolutamente contraria a cualquier política de movilidad sostenible, sin paliativos. Meter 300 plazas de aparcamiento en rotación en el extremo sur de la calle Dato hará saltar por los aires el ya de por sí sensible eje de circulación Florida-Manuel Iradier. Son más de 30.000 (datos de 2.005) los vehículos que diariamente circulan por esta zona y que necesariamente se verán afectados por la congestión de tráfico en los accesos a este aparcamiento. Cuando la lógica apuesta por reducir la intensidad de circulación en esta zona, el PP insiste en mantener el volumen de vehículos y complicar su tránsito con el cebo de un parking-trampa. Da igual que a 500 metros vayan a existir 800 plazas de aparcamiento en la plaza de toros. No importa que a la misma distancia permanezca semivacío el parking de la catedral. El PP no se quedará tranquilo hasta que la música de cláxones no ambiente toda la calle Dato, porque está claro que el ser humano no está hecho para andar más de dos minutos seguidos y necesita acercarse en coche a su destino lo más posible.

Tratemos de entender la lógica sociopolítica que utiliza el alcalde para calzar un parking en la plaza de la Estación. Lo hace porque se lo está pidiendo un grupo de comerciantes que piensa que la razón del progresivo declive de sus negocios está en la falta de plazas de aparcamiento en la zona centro. ¿Por qué tienen tanto valor para el PP las opiniones de ese grupo de comerciantes? No olvidemos que en el equipo de gobierno hay varios comerciantes o concejales directamente emparentados con el comercio vitoriano y eso pesa mucho. No olvidemos tampoco que la sociedad actual se define prioritariamente por su caracter consumista, es decir, por su dependencia de la labor comercial. Supongo que por ello el PP interpreta que satisfacer a los comerciantes es satisfacer a la sociedad en un conjunto. Si se hubieran venido atendiendo las peticiones de los comerciantes en materia de movilidad en la era Cuerda ahora no existiría ni una sola calle peatonal en el centro de Vitoria.

Hay que decirlo alto y claro: un parking en Renfe no va a reactivar el comercio del Ensanche vitoriano. La razón básica y fundamental del declive comercial de la zona centro es el todopoderoso Boulevard, capaz de fagocitar no sólo al pequeño comercio sino tambien a medianas superficies (basta con darse una vuelta por el centro comercial de Lakua) o a parques comerciales como Gorbeia (donde el cierre de establecimientos está a la orden del día). Alfonso Neronso es el máximo responsable de que hoy exista el Boulevard (algo a lo que Cuerda se negó con todas sus fuerzas). Se sabe culpable de la crisis comercial del centro y se agarra al cualquier clavo ardiendo para compensar el daño que causa esta gran superficie comercial. Por eso sacó a los serenos a las calles y por eso va a construir este aparcamiento. Lo próximo será la instalación de techumbre acristalada y aire acondicionado en las calles Dato y San Prudencio. Todavía está a tiempo de contratarlo.