Lehendakari, discrepo

En medio del maremagnum, estos días, de ruedas de prensa, declaraciones y algún que otro comunicado, me ha llamado poderosamente la atención una afirmación de Juan José Ibarretxe en la que se refiere a la posible presencia de Batasuna en la manifestación del sábado, felicitándose si su asistencia responde a una exigencia a ETA para poner fin a la violencia. "En otro caso", dice , “mejor que se queden en casa”.

Decía que discrepo y es que efectivamente lo hago. Los sucesos de los últimos días, que no hacen sino confirmar la trayectoria de tratar de nadar y guardar la ropa que tanto gusta a Batasuna, y en particular la renovada cobardía de sus dirigentes para desmarcarse de las atrocidades etarras, en contra incluso de una gran parte de su propio electorado, me llevan a no soportar la idea de que Arnaldo, Joseba y Rufi compartan pancarta con Ibarretxe y con “el PNV de Imaz”.

Todavía ayer, fieles como siempre a su estrategia engañadora, la versión de Permach acerca de aquella posible presencia en la manifestación era que la decisión la tomaría la Mesa Nacional en los próximos días: “todas las posibilidades están encima de la mesa”.

Pues no Sr. Permach, no todas las posibilidades están sobre la mesa porque, al menos en lo que a mi respecta, éste es otro de los muchos trenes que han perdido ustedes. Solo si hubiera habido una adhesión inmediata la hubiera entendido como sincera. Es probable que cualquier día de éstos, evacuadas las “oportunas consultas”, esas que niega que las hubiera para las últimas declaraciones de Otegi, comparezcan ustedes en público para decir que su voluntad sería acudir a la manifestación siempre que en su lema se recojan la multiprocedencia de la violencia, su propia legalización y el fin de lo que denomina “proceso de asimilación y humillación de la izquierda abertzale”.

Pero ya es tarde y de verdad que no quisiera coincidir el sábado con Vd, así que "mejor se quedan en casa", como dice Ibarretxe, pero -y es mi discrepancia- "en cualquier caso".