ETA: fin del letargo

Ya en Madrid (Terminal T4, Barajas) salieron de sus madrigueras para tomar la temperatura en el exterior. La acumulación de fuerzas conseguida el 27M en torno a las siglas ANV que en sus estatutos condena la violencia les habrá parecido suficiente aval para volver al tajo de la muerte. Gara, con la publicación de sus crónicas relativas a lo acontecido en el año de tregua; y A. Otegi con sus escalonados pronunciamientos sobre el final del proceso, nada bueno presagiaban. Nunca he creído que ETA volviera, y menos a matar. Me he confundido. Ya ha vuelto. Sólo les resta apretar el gatillo o activar el detonador. No hay que ir a la Universidad para aprenderlo; basta con un par de cursillos.

Ahora podríamos empezar a echarnos los trastos a la cabeza. Los unos exigirían responsabilidades a los otros por la labor mal realizada. Los otros acusarían a unos terceros de falta de autonomía y de ser un mera correa de transmisión de superiores jerárquicos. Se avecinan, en principio, malos tiempos. Los que más lamentarán la vuelta a la muerte y la vuelta a la extorsión serán los núcleos civiles del MLNV.

Las primeras elecciones posteriores a Lizarra-Garazi auparon al MLNV prácticamente a máximos históricos. Eran votos por la paz. Después perdieron el 50% de ellos con el asesinato y el coche-bomba. Los votos a ANV han sido votos al victimismo; votos a la ilegítima presión del Estado sobre un entorno que había dado suficientes signos de querer amoldarse a la legalidad vigente; eran, según ellos, votos por la paz. La lectura de ETA va por otros derroteros. El infernal ambiente que reina en Madrid hizo imposible que Batasuna o ASB pudieran presentarse con sus siglas. Con las siglas ANV lo consiguieron donde más fuerza tienen. Están ante un espejismo.

ETA retoma las armas con el discurso del Anaitasuna sobre la territorialidad, sobre el Zazpiak Bat partido, con cuatro herrialdes en Hegoalde con un único Estatuto de Autonomía dentro del Estado español; y los tres al norte de la muga en otro marco jurídico dentro del Estado francés. Es incidir en el punto que parece ser fue el objeto de la ruptura de las negociaciones entre el PSOE, PNV y Batasuna. Ahí centran el motivo de su vuelta a las hostilidades.

Zabaleta y Nafarroa Bai se fajan estos días con el PSN y la ultraderecha Navarra para ver si hay posibilidades de un cambio real en Navarra; para un cambio que dé oxigeno a los euskaldunes y a los vasco-navaros. Este anuncio de ETA condena definitivamente la posibilidad de conseguir la la alcaldía de Pamplona, y veremos cómo quedan las posibilidades de gobierno ¿Quién aceptará los votos de ANV ahora? No es la primera vez que el MLNV fumiga el desarrollo del abertzalismo en Navarra, en esa política de cuanto peor mejor.

Y sin embargo, y con todo, el conflicto continúa. El conflicto vasco no puede pender de las majaderías y de los caprichos de nuestros gudaritxus. No podemos olvidarlo.