¿Para qué queremos “el tripartito”?


¿Tripartito?

Para bochorno de algunos, en estos últimos días han sido varios los momentos políticos en los que “el tripartito” ha sido el protagonista de los comentarios, de los análisis y, en bastantes casos, hasta de los enfados de unos y otros. Ahí está lo ocurrido en Zumaia, en Azpeitia y, en general, la marcha de las negociaciones para la formación de los gobiernos forales de Araba y Gipuzkoa e, incluso, la montaña rusa de la negociación entre Nabai y PSN.

Admitamos que Azpeitia, Zumaia y cualesquiera otros episodios recientes no merecen más categoría que, precisamente, la de episodios, pero episodios ¿de qué proyecto superior?. ¿Qué es “el tripartito”?, ¿se trata simplemente de una alianza de conveniencia entre una serie de fuerzas políticas que, en caso de actuar “a lo suelto”, perderían sus actuales cuotas de poder y de influencia?, ¿existe, detrás de ese formato, un proyecto político compartido y realmente asumido, que explique la permanencia del “tripartito” primigenio (Gobierno Vasco) y, sobre todo, de su posterior trasposición a otros escenarios municipales y forales?

Es muy del gusto de la clase politóloga citar el pensamiento ignaciano de “no hacer mudanza en tiempo de turbación”, pero conviene recordar que el santo gipuzkoano nunca se opuso a las reflexiones que aquella turbación debiera provocar en quien las padeciera. Y ese es el caso que nos ocupa, y ahí queríamos llegar.

¿Debe seguir siendo “el tripartito” una especie de plaza de tienta en la que cada maletilla se afana en mostrar su particular destreza con la franela o el escenario en el que cada personaje interpreta su monólogo –ahora tan de moda- o, por el contrario, estamos ante una puesta en escena en la que los actores, del primero al último, se ajustan y asumen en su literalidad tanto el texto del libreto como los matices que incorpora el director de la compañía?

Desde el punto de vista de quien esto escribe, ni el fomento de la vivienda de protección oficial, ni el impulso de la I+D+I vascas, ni el incremento del comercio exterior, ni la recuperación de la extinta excelencia de la asistencia sanitaria vasca, ni la salud medioambiental del país, ni las ayudas que complementen la renta agraria, … ninguna de esas razones son, de suyo, argumento suficiente que justifique “el tripartito”. Cualquiera de ellas podría abordarse con idénticas posibilidades de éxito de la mano del Partido Popular o del Partido Socialista.

¿Dónde está o debe estar, pues, el plus argumental y de proyecto que, hoy, explique la apuesta por “el tripartito” ?

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5 Comentarios:

Blogger Mikel dijo...

A ver si acierto. En la foto, la rana de la izquierda es la del PNV, callada; la del centro es la de EA, explicando que necesitarían otra consejería por el bien de la socialdemocracia vasca; y la de la izquierda es la de EB, explicando lo mucho y bien que trabajan con el pastamen que le sacan a Hacienda.

19 junio, 2007 17:16  
Blogger Unknown dijo...

Vamos a esperar a ver que pasa en Gipuzkoa, aunque me temo lo peor...

Yo creo que, en estos momentos, lo del tripartito es una burla que, a algunos, nos suena más a capricho personal que a estrategia política.

Antes que acabe el mes, el Lehendakari debía destituir a los consejeros de EA y EB, tratar de llegar a un acuerdo sobre los presupuestos y convocar elecciones como muy tarde en enero.

19 junio, 2007 17:20  
Blogger Unknown dijo...

Si el PNV echa a los 3 consejeros de EA y al de EB estareis echando a Ibarretxe. Tiempo al tiempo.

Por otro lado ... hay huevos para poner fecha a la consulta? Dia concreto. Lo hemos prometido. En 2001 y en 2005. Y ha de hacerse. Ojo! Con una pregunta concreta y de sustancia. Y aunque sea ilegal, aunque nos cueste carcel yo estoy dispuesto a ofrecerme voluntario. Quien más se apunta?

19 junio, 2007 21:25  
Blogger imanol dijo...

neu ere apuntatzen naiz!

21 junio, 2007 11:46  
Blogger Unknown dijo...

¿Por qué "estaremos" echando a Ibarretxe?.

22 junio, 2007 17:05  

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