Porqué Bush es un mal presidente


Bush
Martin Varsavsky expone en Safe democracy diez razones para pensar que George W. Bush es un mal presidente de los de Estados Unidos:

Primera: Bush miente. La mentira más evidente y conocida fue la de las armas de destrucción masiva en Irak, pero ha dicho muchas otras, quizás no tan publicitadas en la prensa. Clinton también mintió, sobre el tema de Lewinsky, pero como decían unas pegatinas en los coches que circulan por Los Angeles, nadie murió cuando Clinton mintió (nobody died when Clinton lied).

Segunda: Bush piensa que Dios le habla y realmente parece creer que el mundo cristiano va a derrotar al mundo musulmán, no por su cultura principalmente laica, sino a través de la religiosidad. No concuerdo con los políticos que dicen hacer las cosas en nombre de Dios.

Tercera: Bush ignora los derechos civiles, al tomar medidas como la de las escuchas telefónicas sin permiso judicial. Y hace caso omiso de la Constitución mediante la negación del Habeas Corpus, las declaraciones de firmas y el despido de fiscales por motivos políticos.

Cuarta: Bush todavía mantiene el centro de detención (y tortura) de Guantánamo, violando flagrantemente los derechos humanos de las personas allí detenidas. Además, tiene un abogado general, Al González, que inventó una justificación jurídica de la tortura.

Quinta: Bush ha tenido actitudes insensibles con la comunidad homosexual, como su oposición al matrimonio gay y su fuerte insistencia en la promoción de matrimonios saludables.

Sexta: a Bush poco le importa el medioambiente, tal como demostró al repudiar el Protocolo de Kyoto.

Séptima: el aislacionismo de Bush ha deteriorado gravemente la reputación de Estados Unidos en el mundo. La invasión de Afganistán se llevó a cabo con el consenso de la mayoría de los países, pero al irse a Irak, teniendo opiniones en contra, se embarcó en un camino que no sólo resulto un desastre en el mismo Irak, con cientos de miles de muertes, sino que además empeoró las relaciones transatlánticas.

Octava: Bush no elige (o hereda) buenos colaboradores, ya sea dentro del equipo de gobierno (basta recordar a Michael Brown, John Ashcroft, Donald Rumsfeld, Lewis Libby, Richard Cheney) como fuera de él (como lo dejó claro el escándalo Wolfowitz).

Novena: Bush no tiene un serio compromiso con la educación ni con la ciencia.

Y décima: Bush es un mal presidente porque heredó una sana economía pero acrecentó alarmantemente el déficit fiscal. Y, lo que es más grave aún, tampoco combatió la creciente pobreza y la desigualdad social que sufre el país más rico del mundo.

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