Cornudos y apaleados


Aparcamiento

Ahora les ha tocado a los vecinos de la calle Libertad, en Gasteiz, que bien pudieran sentirse, además de cornudos, apaleados. Hace más de un año que se anunció una intervención en dicha calle. Parece que el ayuntamiento de Alfonso Alonso ha agotado ya el cupo de su propia incapacidad y la intervención es ya es inaplazable.


Como siempre en estos casos, de esta nueva aventura de Alonso & Ibarrondo, lo único que los vecinos tienen por cierto es que, de momento y durante unos cuántos meses, se van a quedar sin las plazas de aparcamiento de esa calle, lo mismo que sucedió antes a otras de su entorno inmediato: Francia, Prudencio Mª. Verástegui y La Esperanza.

Pero que nadie se agite. “No problem”, Alonso & Ibarrondo piensan por Vd. y, sobre todo, por Tuvisa y por su lamentable cuenta de resultados. Así, en lugar de ofrecer a los vecinos de la calle Libertad el acceso gratuito -durante la duración de las obras- al Parking del Artium (gestionado por Tuvisa, empresa municipal por cierto), que dicho sea de paso, no hay forma de llenarlo y que dispone de plazas más que suficientes para atender esa demanda sobrevenida, lo que hace es ofertar con descuentos esas mismas plazas y tratar aprovechar el problema que, desde el consistorio, se va a generar a varios cientos de vecinos, en beneficio del propio ayuntamiento, proporcionando unos ingresos “extra” a Tuvisa.

Aunque estamos hablando del caso concreto de la calle libertad, la situación es extrapolable a cualquier otra intervención semejante en la vía pública. Es urgente que, de una vez, el Ayuntamiento asuma un criterio claro: el de la no discriminación y el respeto a los derechos adquiridos.

Una intervención municipal de esta naturaleza, nunca puede suponer un nuevo gravamen (y el arrendamiento de una plaza de garaje lo es) para unos vecinos que, anualmente, atienden el pago de sus impuestos y tasas municipales, incluido el de circulación. Así, cualquier gasto en el que deba incurrirse por efecto directo de aquella intervención, sea coyuntural o permanente, debe tener su compensación anual en forma de bonificaciones en aquellos impuestos. ¿Por qué gravar con el mismo importe de impuesto de circulación a quien dispone en su calle de plazas de aparcamiento, que a quien no dispone de ellas porque el Ayuntamiento las ha eliminado?

Mal vamos si Tuvisa –y el Ayuntamiento- piensan “sacar el estómago de mal año” a cuenta de las “expropiaciones” de los aparcamientos en superficie.

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