¿El fin de un espejismo?
Todo apunta a que ayer, en la reunión mantenida en la Moncloa, dos de los temas estrella fueron los pactos postelectorales en Nafarroa y Araba. No es la primera vez, ni será la última, que el devenir político de Araba se cocina en los cocederos madrileños atendiendo a intereses que poco o nada tienen que ver con el pronunciamiento de la ciudadanía alavesa. Entre las secuelas de la reunión mañanera, resultan significativas las premisas que anoche, pocas horas después de la cumbre monclovita, exponían los socialistas navarros como de necesario cumplimiento para abordar posibles acuerdos: "todo acuerdo político y apoyo debe de realizarse salvaguardando la coherencia ideológica y programática y realizarse con partidos políticos o grupos municipales de indubitada lealtad constitucional y manifiesto rechazo del terrorismo". En lo que a la Diputación Foral de Alava se refiere, es más que posible que el PSE, sobre la base de aquella supuesta y vergonzante “coherencia ideológica y programática” con la otra opción “constitucionalista”, conceda finalmente su apoyo a la opción de Javier de Andrés como Diputado General. La situación, como decíamos antes, no es nueva y por tanto a nadie debe sorprender, lo cual no significa que esta demostrada querencia de los socialistas a buscar el abrigo de las tablas en la “indubitada lealtad constitucional”, abra una serie de interrogantes a los que alguien deberá dar la oportuna respuesta: ¿Dónde quedan los cantos de sirena y la empatía de Ferraz para con el “nuevo estilo” de un nacionalismo en el que primaba el pragmatismo, la moderación y el distanciamiento de otras opciones abertzales, frente al estilo trabucaire del que había hecho gala hasta ahora? Ahora, a la vista del más que probable desinfle del espejismo -para algunos- de un proyecto común con los socialistas, la disyuntiva, a mi juicio, es clara: o se opta por una reafirmación de lo que somos (una nación) y de lo que queremos (el reconocimiento del derecho de autodeterminación) o, aun manteniendo una cierta apariencia de imaginario abertzale, preferimos el atajo cortoplacista de la descentralización solidaria y respetuosa con el marco jurídico y político del Estado español. That is the question…. Y ahora más que nunca es importante resolver de una vez aquella disyuntiva, porque sólo entonces estaremos en condiciones de acertar en la elección de los compañeros de viaje. |
3 Comentarios:
Completamente de acuerdo y ahora con la revisión de las ponencias y la renovación de las ejecutivas, es el momento de aclararnos sobre lo que queremos ser cuando seamos mayores.
Viendo las cosas con un poco de distancia: ¿qué debiera hacerse ahora, a corto plazo, en este País, que le diera coherencia, fortaleza, estabilidad y representatividad fuerte?: un pacto PSE-PNV a todas las escalas y niveles.
¿Es posible? Supongo que ahí entrará el corralito que cada uno tratará de defender con uñas y dientes, sobre todo en un País que históricamente es más una suma de territorios que una unidad política.
Gipuzkoa debe ser gobernada en pacto por el PSE (Diputado general y Alcalde de la capital). Bizkaia por el PNV (Idem.) y Araba proindiviso: Diputado general para el PSE y alcaldía para el PNV.
Si el PSN-ZP son listos se debieran aliar con NABAI para el Gobierno Foral (NABAI me está sorprendiendo positivamente, porque está comprendiendo que ahora no es su momento; si acepta pactar con PSN y darle el GF, tras renunciar a la alcaldía, en las próximas elecciones ¡a barrer!). Si eso es así, se podría unir a EA en estos pactos (yo no soy partidario, pero la política es así) e ir descabalgando del machito a los oportunistas de IU-EB.
¿Que diría el Lehendakari de todo esto? Me imagino que no le gustaría demasiado. Con todos mis respetos, porque también es mi Lehendakari, pero creo que cada vez constitutye más un "oztopo" (no quiero emplear una palabra en castellano que pudiera resultar ofensiva a alguien, y menos refiriéndome al Lehendakari) que una solución.
Que le pregunten a Rabanera y a Alfonso Alonso la coherencia, la fortaleza y la estabilidad que les ha aportado el partido socialista en los ultimos cuatro años. Creo que uno de los problemas del PSE y del PSN es que lo de hacer algo en este pais y para este pais, no entra en su vocabulario. Les guste o no a Prieto, a Chivite a puras o a Lazcoz, siempre dependerán de lo que interese y lo que decida en el cuartel general, o sea, en Madrid.
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