Fueron 104 contra 1


Ese resultado de hace apenas un mes en la Regional socialista navarra quedó ayer en agua de borrajas. Ese titiritero de la política, esos Puras y Chivite, sometidos en cuerpo, alma, dichos y hechos a Madrid fueron ratificados ayer por la Comisión Ejecutiva socialista de Navarra. Ese par de truenos con cuerpo de mujer que asomaron las jornadas anteriores en el cielo navarro, esos arduos discrepantes que daban la sensación de que harían saltar por los aires la reunión de ayer no tuvieron éxito ante sus camaradas, fueron incapaces de atraerles a su causa de hastío y de indignación.

Puede que los miembros de la Comisión Ejecutiva fueran encandilados por la habilidad dialéctica, por los circunloquios argumentales de Puras y Chivite. O puede que asomara esa miseria humana tan habitual, esa que vuelve tan camaleónicos a nuestros políticos, hasta hacer de la política algo grotesco. Por supuesto que me estoy refiriendo a la política profesional; al ejercicio de una actividad basada en al ideología, ligada directamente al sueldo de fin de mes ¿Bajo qué prisma podemos entender que el incumplimiento de un mandato tan unánime tenga como consecuencia la ratificación de quienes se han mofado de la voluntad mayoritaria? La respuesta sólo puede radicar en el sueldo y en el cargo.

Quizás mañana almorcemos con alguna noticia que nos lo aclare todo, alguna primicia de este tenor: “todo es una operación de maquillaje para retomar las negociaciones con NaBai a primeros de agosto”; o de este otro: “Si el PSOE consigue la mayoría absoluta en 2008 compensará sobradamente al PSN con una moción de censura sobre el gobierno de UPN y con la reapertura del proceso de paz que devuelva la confianza de los suyos”. ¡Somos tan tontos! ¿Serán ensoñaciones mías? No al día de hoy. UPN espera en el corral su salida al ruedo. NaBai ha hecho sobradamente los deberes. La mierda tapa al PSN. Que cada cual purgue sus culpas.

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