No te vayas, Jordi
No nos hagas esto. No abandones el Ayuntamiento justo cuando la cosa se pone interesante. No demuestres tan a las claras el escaso valor que el PP otorga a la noble y democrática tarea de ser oposición política. No nos dejes sin tus zancos, tu vocabulario arquitectónico, tu memoria del santoral, tu ramillete de irregularidades urbanísticas. No creas que bastará la cortina del olvido para cubrir tanta incompetencia. La escapada de Jordi pone fin a todo un ejercicio de pantomima tecnócrata que se ha venido desarrollando desde hace ocho años en el área de gobierno más importante del Ayuntamiento. Parece ser que allá por el 99 la ejecutiva del PP simpatizaba especialmente con la doctrina del conde de Saint-Simon, que propugnaba un cambio del “gobierno de los hombres” a la “administración de las cosas” trasladando a la esfera institucional grandes profesionales del ámbito privado. De ese modo, un hombre como Robert S. McNamara pasó de la presidencia de la Ford Motor Company al Ministerio de Defensa de EEUU. De ese mismo modo Jorge Ibarrondo Bajo, personaje de veleidoso pasado estudiantil por colegios como Escolapios o Marianistas hasta obtener en Roma el título de arquitecto, llegó a la concejalía de Urbanismo. Por aquel entonces tenía 33 años y un sueño incumplido: trabajar en un estudio de arquitectura en Nueva York. Dos legislaturas después, con un refulgente currículum, tiene todos los boletos para trabajar en la ciudad de los rascacielos. Pocos pueden presumir de tanto en este periodo: - arranques de obras no adjudicadas - cupo estrambótico de matrimonios con hijos de diferente sexo en un sorteo de viviendas tasadas - obras en locales que no eran propiedad municipal - subasta de terrenos no municipales - pérdida de patrimonio público en la enajenación de inmuebles - sucesivos fracasos de proyectos de construcción de aparcamientos - retrasos generalizados de obras con casos tan escandalosos como el túnel del paseo del Santo - retrasos en la tramitación del convenio urbanístico de Esmaltaciones-Pemco - irregularidades certificadas por el Tribunal de Cuentas en la tramitación del convenio con los terrenos de Sidenor, la gestación del Boulevard y su posterior venta - pérdida patrimonial en el traslado de la gasolinera de la Avenida - desastrosa urbanización de los viales de Sidenor - fracaso del primero concurso para la construcción del puente de Abetxuko - dos constructoras acuerdan al margen del Ayuntamiento modificar la adjudicación del PERI de la Plaza de Toros - fracaso del PERI de Tres Santos - aprobación de planes urbanísticos mediante la fórmula del silencio administrativo - irregularidades en la concesión de licencias urbanísticas - polémica vecinal por el proyecto de desdoblamiento de Iturritxu - sobreprecio de viviendas bioclimáticas en Ibaiondo - etc No se puede tapar tanta chapuza cacareando que Ibarrondo será recordado como el “resolvedor” del problema de la vivienda en Gasteiz. Primero porque el problema de la vivienda no está ni mucho menos resuelto y segundo porque Jordi no fue el hacedor del convenio para la construcción de vivienda en Salburua y Zabalgana. Se ha limitado a gestionar aquel acuerdo con importantes lagunas como los retrasos generalizados, las sanciones no ejecutadas, el cachondeo de las cooperativas y la sensación permanente de que los promotores han llevado siempre la sartén por el mango. No te vayas, Jordi, o por lo menos hazlo en otro momento que ahora da muy mala imagen. ¿Cómo puedes decir que tenías pensado dejar la política pasara lo que pasara en las elecciones?, ¿por qué aceptaste ir en la candidatura municipal del PP en un gesto que sólo puede considerarse una estafa al electorado?, ¿tienes miedo de lo que se encuentre en el Departamento el nuevo concejal de Urbanismo, algo que no haya podido digerir la destructora de documentos? Tu gesto, aparte de las loas de Oiarzabal y de la Brunete mediática local, despierta demasiadas dudas. Etiquetas: Ayuntamiento, PP, Urbanismo |
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